OCURRIÓ CHE ...
Ocurrió... pero todavia vive la vida presente la aparición de María, por esto el invito a la oración:
¡Oh! Madre radiante,
pupila de Dios omnipotente,
rosa de miles perfumes,
joya de miles esplendores.
Tu luz difunde visiones de gracias
y concede a los miserables las curaciones,
socorre los moribundos
y enseña a ver adonde está el dolor,
ofrece consuelo y amor Tu visión
Eres Tú, o María, que con Tu cesto de gracias
llevas al recien nacido la confianza en el después
y en nosotros ves solamente hijos Tuyos.
¡Oh, Madre! Oh vida de extasis.
Oh, pura y casta que nunca das temor a quién Te busca.
Te ve, en la belleza terrenal y Te ama,
el hombre que quiere amarTe de verdadera expresión filial.
Protégenos a todos,
acuerdate de estár junto a nosotros
como cerca de aquel madero que no daba más vida,
pero despiertanos y espujanos a la futura vida
y a amar a Tu Hijo: Él es la vida.
¡Oh, María! Estoy sola a decirte: “Te quiero”
o el mundo sabe de Ti ¿y se dispúta Tu amor?
No Te olvides de mi,¡escuchame, Te ruego!
Si a veces yo tomo visión de lo que nos donas con Tu aparición,
Madre, no soy digno, pero haz que pueda ver aquella luz,
que resplandece en Tus ojos y de Tus manos perfumadas.
Dóname un sabio consejo y ámame, María, ¡como si fuera tu ¡como si fuera Tu hijo!
¡Gloria!